07 junio 2006
Cómo pasa el tiempo
Es noche todavía, para la gente que duerme y que hoy día dormirá hasta más tarde que lo habitual (es sábado).
Llueve, en este momento también, caen gotas que me obligan a marchar, mas no importa. Me podría quedar aquí, pero creo que debo marchar y parar esto por ahora.
A ver, ...,el agua del Mapocho baja, el ruido que se siente al fondo es el agua golpeando las rocas, las piedras, lo que hay allí abajo. Lleva ...no ... no lleva apuro, va en su velocidad y yo estoy aquí con la mía, esperando que no siga lloviendo, o que no llueva mejor, no importa que caigan más gotas, pero que no llueva y si es así me iré, arrancaré.
A ver, volvamos atrás...
el camino largo, solitario recorro a toda velocidad, no hay obstáculos que se interpongan, no hay semáforos, autos, nada, es muy temprano, es sábado. ¿Quién a esta hora saldrá, quién?. Ah,... yo voy a encontrarme conmigo mismo sin saber lo que el destino ha deparado para mi en este día, yo voy mirando al frente tras el parabrisas que me protege del viento y del frío. Todavía es noche, las luces de la ciudad están encendidas. Pero hay nubes bajas y esa neblina ha cubierto al piso de suave alfombra resbalosa, quizás, no lo sé todavía, los neumáticos responden bien, no hay problemas. El auto va bien.
Ahora mira hacia el lado. La ves a ella. Tranquila, sin saber, con sus sueños a cuestas, con la vida toda a sus pies. Y todo se me mueve en este momento, el piso empieza a moverse, las piedras ya no estás quietas. Parece todo en movimiento. Fijo la vista y todo se aquieta una vez más.
Las piedras del Mapocho, las losas con que pavimentaron tu lecho se estaban moviendo recién.
Vuelvo al ayer. Un día, un día especial será. Es el primer día, es un momento especial. A toda velocidad, no hay obstáculos todavía.
Bueno, se divisa una micro. ¿Debo parar? Disminuyo, obviamente la velocidad y continuamos.
Veo atrás, no puede adelantar. Hay curvas, no se ve hacia adelante, hay oscuridad.
De pronto, puedo avanzar, me deslizo hacia la izquierda para adelantar. Y ya no sé más. Siento que ya no responde el volante. Siento que patina todo el auto y va sin rumbo. Ya no depende de mi, va solo. Ya no lo siento. Intento algo, muevo el volante a un lado, al otro. Todo se precipita muy rápido.
Pero, ¡cuánto logro hacer en ese momento!
El volante no responde. Los pies se mueven, pisan freno, pisan acelerador, pisan todo. La palanca de cambios queda en su lugar, no la toco. Intenté recuperar la dirección y el auto se va, se va hacia la izquierda como si fuera patinando por una pista de hielo eterna. Sube a la vereda...
¡Vamos a chocar!
Ya no hay más.
Vidrios quebrados, fierros retorcidos. Sueños acabados. Dolor. Sentimiento. Estás ahí, no te mueves, no respondes, no hay nada. ¡Mujer, qué ha pasado contigo! ¿Dónde estás? ¡Contéstame!
Aprisionada entre los fierros quedas. Se encienden luces afuera, sale gente a socorrernos. Y yo,..., entero, ¿por qué? . Tiembla el suelo, tiembla todo mi ser. ¡Ay, tiembla!, ya me encuentro, ya me encuentro con que debo hacer lo que DEBO HACER, ahora en este momento, ayudar, moverme, lograr ayuda.
Ayuda necesitamos, ¡vamos!, hay que llamar, alguien vendrá, alguien vendrá.
Sangre recorre tu cuerpo, inmóvil estás, pero te siento. Siento tus piernas moverse y te pregunto si quieres que te ayude a salir... converso conmigo mismo, tú no estás, estás sufriendo. Y yo te tomo, poco a poco te tomo suavemente, con mucho cuidado. Las vértebras, las cervicales, ¡cuidado!, no olvides, es una vida. Y te saco con la ayuda de otra persona, te saco y te dejo en el suelo, allí, estiradita, a la espera de más ayuda. Te hablo, ¡quédate!, viene ayuda, ya viene, tranquila, no pasa nada más que lo que ha de pasar.
Estoy contigo, yo te ayudaré.
Amiga. Estamos aquí, tuvimos un accidente, ella está mal, a mi no me ha pasado nada.
Yo.. te miro y te hablo. Toda mi fuerza y mi energía te la doy a ti ahora, para que no te vayas, para que no te vayas. Pido a los dioses, pido al cielo. Pido a quien puede ahora, con todo lo que soy, con todo mi corazón, ayuda para ti mujer.
Yo estoy aquí contigo, no te vayas, quédate conmigo no te vayas.
Cuánto silencio. Cómo pasa el tiempo. ¡Cómo pasa el tiempo!
* * * * * * * * *