31 mayo 2006

Desde la distancia

Tus palabras vienen desde la distancia, largo tiempo transcurrido sin saber cómo, espacios recorridos en el astral, en el sueño infinito ancestral que remonta las eras hasta el inicio de todo. Desconocidos caminos para el consciente, incomprensibles situaciones vividas aparentemente injustas, en realidad balanza que se equilibra en el tiempo y el espacio, ¿quién sabrá cómo funciona todo esto tan escondido?; supongo que existe una respuesta en algún lugar.

Mientras escucho tus voces, tu sentir que lo vivido antes del accidente sucedió hace mucho, muchísimo tiempo atrás, son como dos vidas distintas, recuerdas pero son recuerdos lejanísimos, ¿quién eres hoy, te conozco acaso?. Tal vez, no eres quien conmigo vivió esos años pasados, el misterio de la vida es eso, misterio rara vez dilucidado. Esto es lo interesante de la vida, no saber jamás con certeza las respuestas a estas grandes interrogantes.

Viví con una mujer que no eres tú, yo dejé de ser el que conociste, ya no seré más, aunque me duela voy en busca de mi destino. Te llevé por los senderos que tú necesitabas recorrer, fui tu guía, tu ayuda. pero aparentemente el trayecto actual nos lleva a distintos rincones, por ello me voy, tranquilo, sin llorar, sin culpa ni remordimiento, ni sentimiento negativo alguno. Voy en busca de lo que el destino me tiene reservado y lo viviré como nunca viví mi vida mirando atrás con emoción contenida pero sin dolor, cariño por lo vivido, presencia ante la necesidad, cualquiera sea en cualquier momento...


30 mayo 2006

Despiertas

Vacío, un espacio de silencio enorme abierto entre grietas del alma, sin fondo, sin sentido. Penetro los abismos de tu cuerpo alterado, con huellas del encuentro más allá de los sentidos.

* * * * *

Túneles infinitos recorridos, salida que no se divisa, siento mi cuerpo que se inquieta al pasar el tiempo.

* * * * *

Una voz ronca desconocida escucho salir desde ti, no escuchaba hacia tanto tiempo.

- ¿Qué pasó?. - Solo esas palabras y un mundo de sueños, de amargura, de dolores, de desesperación ante la imposibilidad de despertarte, de luchar para levantar el ánimo a quienes te veían, a nuestros hijas para enseñarles a enfrentar los duros momentos de no tenerte cerca y no poder verte, sólo sabiendo lo que pasaba a través de mis palabras, de lo que escuchaban, de sus vivencias de niñas enfrentadas a algo desconocido, angustiante, allí estuve para ellas, allí estuve para mi , allí estuve para ti, lucha titánica para lograr esto, escuchar tu voz preguntando ¿qué pasó?.

- Tuvimos un accidente en el auto y tu sacaste la peor parte, yo quedé bien.

- Pero, cómo, cuánto tiempo ha pasado. No recuerdo nada. - Voz a través de un cuello que un tubo cruzó más de dos semanas. Tanto tiempo ha pasado, ya nada es igual, todo cambió, no queda nada de lo que fue. Cómo entender aquello para lo que uno no tiene una idea, cómo entender los caminos de la vida misteriosa que nos lleva a estas experiencias a la fuerza para que quien sabe de allí aprender a vivir la vida en forma distinta tal vez.

- No se dónde estoy, todo es raro. ¿Qué paso? - No hay emoción en ti, necesitas saber que pasó, eso es todo. Es como venir saliendo de un lugar desconocido. No recuerdas bien quien eres, las cosas no están claras aún.

Estamos con José, nuestro hijo. Lo sientes cerca, te hace cariño, te habla suave, te pide que te quedes tranquila, que te relajes

29 mayo 2006

Sollozos

Sombras, silencios, sollozos apagados contra la almohada, la noche es más solitaria sin tu presencia, los recuerdos de lo sucedido están vivos y arde la piel, duelen los huesos, el pecho parece estallar, no cabe dentro quiere escapar, la sangre circula rápido, tiemblan las manos, no hay dónde agarrarse, el vacío es desesperante. Se escucha lejos un grito, luego de nuevo silencio. Ojos llorosos, corazón desesperado. ¿Por qué tuvo que pasar, cómo fue que ocurrió, qué hice mal para que la vida nos golpeara así, fui yo el culpable o simplemente esto tenía que ocurrir.

Pasan las horas, no puedo dormir, solo quiero llorar, ya no me importa nada más, todo ha perdido sentido, qué importa la vida después de lo ocurrido, haga lo que haga ya nada será igual nunca más.

Si ella no vuelve más la vida será otra, ya nunca más poder vivir o aclarar lo ocurrido, saber por qué, o sólo por conversar de ello, lo que sea. Qué esperas de mi, Dios mío, qué debo hacer, si ella se va sólo preocuparme de mis hijos, si ella vuelve valorarla, darle el cariño que ya no le daba. Qué había sucedido, por qué se había perdido el cariño, por qué, por qué. Preguntas al aire nocturno, sin respuesta. Dolor de ser el culpable de una vida arruinada, de dolores por venir, de sufrimientos sin sentido aparente, de hacer sufrir, de llorar inconsolablemente sin saber por qué.

Preguntas sin respuesta. Esperanza mantenida.

Hasta cuando será necesario sufrir, cuánto debo pagar por lo ocurrido o por otros motivos que aún no cancelo, qué más habrá que vivir, cuánto llanto habrá de correr mejillas abajo sin ningún pudor, sin importar que otros ojos te estén mirando.


27 mayo 2006

Tubos

Otra persona me ayuda al final con las piernas, suavemente en el piso te colocamos y allí quedas quieta.

Vehículos, luces, sonidos. Llegaron bomberos, ambulancia, carabineros. Como si se hubieran juntado en algún lugar , se hubieran puesto de acuerdo y en caravana hasta este lugar hubieran venido.

Se acercan, cortar la ropa que aprieta el cuello, inmovilizar el cuello, colocar un cuello ortopédico. Tomo la ropa destrozada y la dejo a un lado, la guardo para más tarde eliminarla como un mal recuerdo. Te hablo, estoy contigo, no olvides que no estás sola, acuérdate de la Escuela, no estás sola. Saldrás adelante. Insisto en hablar. Me sacan, un carabinero me lleva al radiopatrullas, un lugar metálico, oscuro.

Allí quedo conmigo mismo. ¡¡ Pido ayuda !!

* * * * *

Antes de ir a la oficina paso a la Clínica quiero saber que ha pasado, porqué la reacción de ayer no fue buena y cual fue el resultado de los exámenes que le hicieron anoche.

- Hay que conectar un tubo para extraer aire del pulmón. Todavía no sella bien. En general sigue bien. - Como si fuera sencillo entender lo que dice, el médico me explica, asiento con la cabeza. Sucedió que en la parte inferior del pulmón dañado quedó líquido, lo que no alcanzó a salir con los tubitos que tenía conectados al cuerpo.

Cuántos tubitos te colocaron para que volvieras, para que tu cuerpo se recuperara, veía líquidos sanguinolentos cayendo a unos tiestos debajo de la camilla, tus brazos amoratados, desconocidos de ese modo. Máquinas sonando, goteras cayendo a cada segundo llevando alimento a tu cuerpo, somníferos potentes, morfina, después dipirona, qué diferencia. Si antes una aspirina bastaba para ayudar a parar el dolor. Qué dolores debiste soportar, pero ni eso lo sabes, es como si le hubiera ocurrido a otra personas es como si no fueras tú a quien han golpeado, maltratado, roto costillas, golpearte un pulmón casi destrozarlo. Para qué sigo, si tu cara también tiene cicatrices provocadas por los vidrios rotos en tu cara. Tu pierna izquierda golpeando contra la palanca de cambios, ¡cómo pudo ser tanto!

Qué será más adelante, quién recorrerá tus piernas, será la misma o ya nunca más, dónde quedarán los sueños de hacer. Qué nuevos sueños llegarán a tu vida, que caminos recorrerán tus pies doloridos, qué cerros te acogerán como alguna vez lo hicieron.

Una bicicleta espera, podrás hacerlo, espero que pueda ser, será así el tiempo pasará y entonces recordarás que lo que pensaste hacer lo harás; así con todo, pero entonces para que esperar que suceda algo terrible para actuar, porqué esperar que la vida lo obligue a uno a enfrentar sus temores, en vez de uno tomarse y saltar al vacío, total luego de hacerlo ya no habrá vuelta y sólo quedará hacer lo que haya que hacer.



26 mayo 2006

Mientras duermes

Como si pudieras escucharme tú que quizás dónde estabas en ese momento mientras tu cuerpo desfallecía perdiendo energía, sufriendo los dolores mas terribles, sin tu misma sentirlos, pero tu cuerpo lo vivió, tú ya no estabas y yo hablaba y hablaba como si me escucharas, como si así pudiera reconfortarte, pero tu ya no estabas conmigo, había quedado solo sin tu presencia, solo estaba tu cuerpo inerme, tendido en el suelo de una calle a oscuras, alumbrada por luces tenues en un amanecer desconocido oscuro, sin sentir frío sin sentir nada, soledad intensa tensión desesperante al no poder hacer nada más, solo hablar y hablar, ni siquiera a ti, me hablaba a mi mismo, como diciéndome, Eduardo, tranquilo, esto es un sueño, no es real, esto no existe, ya verás es un sueño, al despertar todo se aclarará, lo real asomará, por ahora quédate dónde estás, no te desesperes, respira.

Existe la vida, existe Dios, existe todo aquello que imaginar puedes, todo aquello que alguna vez pensaste que podía , ahora lo estás viviendo, te vas quedando solo, sin compañía, la soledad viene a tu vida, te quedarás solo otra vez.

Te abandona la mujer que te aceptó por años, ahora quién te aceptará , o acaso comenzarás a vivir una vida de solitario y ya nunca más podrá haber una mujer en tu vida

Qué sentías por ella., acaso la quisiste alguna vez, acaso has querido a alguien alguna vez, o solo te quieres a ti mismo, y ahora que podrías quedar solo te angustia esto.

Lo siento, tienes que enfrentarte a esta realidad es lo que sucede ahora, esto es de verdad, no puedes negar, tócate, aprieta tus piernas, las sientes, entonces estás despierto y es real, ella está allí en el suelo pero ya no está, quién sabe si volverá

qué haré de mi vida ahora, qué motivos podré tener para engañarme y seguir viviendo como si todo fuera normal, acaso haré lo mismo que 30 años atrás cuando se fue en mis brazos apagando lentamente la vida de ese ser querido, que me dio alegrías, que me mimó, que me hizo abuelado, igual que entonces siento que la vida se me va, que quedaré sin nadie ante la vida y con el sentimiento de haber sido quien provocara este accidente, sin saber porqué tuvo que pasar, buscando respuesta a tantas interrogantes.

Pasará el tiempo, seguiré sintiendo estos instantes como si fuera ahora, quedarán conmigo esos silenciosos momentos de dolor eterno ante la cruda realidad, yo estaré toda mi vida viviendo esta angustia de inutilidad ante la vida y la muerte, por un lado aceptando que nada se puede hacer ante la despedida eterna, y que por otro lado, si puedo luchar y luchar con todas las herramientas que la vida ha puesto en mis manos para defenderla ella, para que se quede aquí y eso haré, por ello, me parto en dos, me parto en tres, me parto en los que sean necesarios para enfrentar esta dificultad, ya no es sólo sufrimiento, es enfrentar la vida y la muerte desde otro rincón de mi corazón, desconocido hasta ahora, y que usaré desde ahora para salvar, para dar vida, para dar esperanza a quienes no la tienen, para dar luz a quienes la necesiten, voy a lograr sacarte adelante, lograré la ayuda necesaria, se moverá el cielo y la tierra, todos aquellos que puedan ayudar se van a hacer presentes, y con toda esta fuerza que me ha nacido te traeré de vuelta, lo daré todo, viviré a fondo con todo mi ser estos momentos, no te irás, y si así sucediera lo tomaré de la misma manera que ahora me propongo hacer, un solo propósito ahora, salvarte, lograr la ayuda del cielo, lograr la ayuda de los ángeles, de la naturaleza que también te quiere para realizar a través tuyo lo que te toca vivir, y eso no lo has hecho aún así que voy, voy a desplegar mis alas y voy a volar por los cielos buscando ayuda, saldrán las energías dormidas en mi interior y te te daré vida, a costa de mi vida, de mis energías, lo haré. Tengo lo que necesito para ello, será la primera en mi vida que lo haga, tú serás mi resultado, luego te dejaré a la vida despierta para que vivas lo que tengas que vivir, y desde lejos yo te miraré, te dejaré hacer lo que siempre quisiste y que yo impedí, saldré de mis prisiones oscuras escapando a la realidad que no me gusta y no me ha gustado jamás, pero que nunca quise enfrentar, llegará un día en que enfrente lo que debo enfrentar y me haré el que hoy no soy pero que en mi está latente.

Saldré desde las mazmorras en que solo me confiné, desde los claustros en que dormí, con la cabeza escondida, sin mirar la vida como se debe hacer, volaré por los espacios que me esperan y las maravillas del mundo tendré a mis pies luego de luchar y perseverar como nunca hice, lo haré.

Hoy te tengo a mis pies, durmiendo un sueño que no conozco y que quizás tu al despertar tampoco recordarás, pero que importa aquello si vuelves, tus hijos, mis hijos te necesitan, no sería lo mismo con un padre como el que hay en mi, tú eres necesaria para ellos y para mi, egoístamente es así, pero tú necesitas descansar, descansa mujer, que te acunen las estrellas lejanas, que duermas tranquila mientras tu cuerpo se recompone y vuelve a funcionar correctamente, saldrás de allí a una luz distinta, volarás como yo he volado por los cielos que te esperan, vuela imaginación que tu puedes hacerlo.



25 mayo 2006

Todo en un auto

Misterios de vida y muerte.

Cincuenta y cuenta por ciento de probabilidades - vida o muerte - dicen los médicos. Nada se puede predecir, hay que esperar las reacciones, algunos días pasar, si es que llegamos a pasar este día.

¿Por qué así? Por la experiencia, por las personas que llegan en situación similar, es difícil la sobrevivencia.

Tengo confianza, saldrá adelante, pero sea lo que sea, estamos en manos del destino. La fuerza por salvarte ya ha sido hecha, inicialmente, continuamos en ello para salvarte. Se mueven muchas personas, de mueve el cielo y la tierra, los ángeles están alertas, las trompetas prestas, todo preparado para lo que haya de ocurrir.

Así estoy también, preparado para lo que venga.

El único propósito que existe hoy es que tú vuelvas, que decidas retornar del sueño en que te has sumido. Que quienes decidan opten por tu regreso, en eso estamos todos.

Tiembla la tierra, el viento sopla fuerte, las aguas han crecido, el mar embravecido azota las rocas, la tierra, se sienten los volcanes prontos a estallar, arde el sentimiento, crece el querer ayudarte, aquí estamos.

Todo en un auto. Gira y azota contra un poste de luz, se hunde el costado en el cual tú vas, aprisionada entre fierros, los quebrados vidrios desparramados sobre tu cuerpo, el silencio posterior y el pánico, el susto de enfrentar la muerte. Estuvo tan cerca, se siente aún su olor.

* * * * *

Como si fuera hoy siento el sonido sordo, seco del auto contra el poste de cemento. Gastado por los años no resiste el impacto, se dobla y la golpea, caen vidrios, se doblan latas, la pintura se resquebraja.

El chofer del micro para, observa hacia atrás y luego continúa, debe continuar su recorrido; ya se encienden luces, personas bajan de sus departamentos, acostumbrados a este tipo de cosas.

Ofrecen ayuda, teléfono, llamar a carabineros, al servicio de urgencias.

- Pase, adelante, allí está el teléfono. Deje aquí su ropa y bolso, no se preocupe.

- Aló

- Aló - contesta una voz despertando

- Soy Eduardo, Gloria, tuvimos un accidente con Beatriz, fue duro pero ya llega ayuda.

Por favor avisa que no alcanzaremos a llegar. Después te llamaré para decirte que más pasará. Gracias.

Salgo, la miro, la toco, la siento, está quieta, respira. Algo mueve, una pierna.

Le pregunto si quiere que la saque de allí, que mueva sus piernas si eso quiere que haga. Lo hace, entonces, suavemente comienzo a sacarla de la prisión de fierros en que estaba.

Poco a poco la tiro, con cuidado las cervicales me digo.

- Yo te ayudo mujer, no estás sola, ya viene ayuda - te digo, para reconfortarte dentro de tu dolor, como si pudieras escucharme.

* * * * *



24 mayo 2006

Tarjeta de plástico

Hospital Clínico Pontificia Universidad Católica de Chile.

Un nombre, un número, estampados en una tarjeta de plástico. Le falta la banda magnética y tal vez podría girar con ella en algún cajero automático. ¡Antes que se lo lleven!, que es la moda. Grises y azules sobre el plástico, suave deslizar de los dedos sobre tu superficie.

¡Qué historia encierras tú pequeño rectángulo!

¡Vida y muerte!

Qué cerca está la muerte y no la sentimos, está tan cerca de uno y no la vemos. Se burla ante nuestros ojos y nos reímos, sin saber que se trata de nosotros mismos, vivos acercándonos a la muerte.

¡Cadáveres vivientes!

Pálidos, demacrados, huesos caminando, ¡qué patético! y otros rozagantes, mullidas barrigas, sonrientes rostros , igual van al mismo punto.

Amarillentas caras, pálidas manos, ojerosos ojos, que dormir no pueden, vesículas golpeando, piedras sonando, huesos flacos rodeados de piel cuero, que se pega y mueve al compás del vacilante caminar hacia la muerte.

Vida y muerte. Realidad y sueños.

Ilusiones, sueños pasajeros, parece tan completa tu vida: alegrías, dolores, esperanzas, temores, angustia, placer. Todo junto parece tanto, cada día tiene mucho por compartir.

Mientras, descansa tu golpeado cuerpo un sueño forzado por la morfinas, las mangueras entran y salen de tu boca, brazos, pecho, líquidos inútiles caen en vasijas que bajo la camilla esperan, suena el pulmón artificial, un dos, un dos, entra y sale el aire, tu pecho sube y baja al compás, tus ojos cerrados, en un sueño largo, larguísimo.

Allí estás, tendida sobre los fierros cubiertos de goma, género, catéteres, agujas, líquidos.

Viajas en el tiempo, tu cuerpo sigue quieto. Pasan las horas, los días, las semanas. Sigues durmiendo. Te miran ojos llorosos, angustia recorre esos corazones, ¡qué pena!.

No llores, ella está bien, necesita este descanso, ya volverá deja que repose su cuerpo maltratado, necesita ordenar sus huesos, su pulmón destrozado, perforado, limpiar la sangre bullente y volver a reír.

- ¿Por qué no puedo ver a mi mamita?

- Hija, ella necesita recuperarse, fue muy fuerte lo ocurrido.

(Suena música y letra pueblerina, bailan las piernas solas. Me dan ganas de bailar. Sonrío y siento a los demás en su sueño; cada cual riendo, serio, llorando, cada cual consigo y su problemática)

Plástico, ¡sólo recuerdos!


Duermes

Vacío, nada. Un peso enorme, como si fuera una montaña, como si todo el espacio interno fuera roca, oscuridad, silencio, como si nada hubiera, sólo profundidad y silencio.

¡Impresionante!

Si te toco te desarmo, debo ser suavísimo, eres tan frágil, ahora tan distinta, pero aquí estás y aún así te siento.

Quiero traerte a la vida, no quiero dejarte ir, sería la segunda gran pérdida de mi vida.

Acaso eso es lo que me motivó a hacer el más grande esfuerzo que jamás había hecho.

¿Qué siento por ti?

Ternura, amistad profunda, una necesidad inmensa de darte mis energías para que vuelvas cuanto antes a la vida normal, para que despiertes del sueño en que te has sumido y en el cual no puedo entrar.

Te necesito mujer ¿dónde andas?, tu cuerpo está aquí, golpeado, maltratado, descansando, sufriendo los dolores más grandes y tú ¿dónde estás?


* * * * * * * * *