03 junio 2006
Retrocediendo
Comienza otro día, encuentros misteriosos van y vienen, sollozos a medio camino. Esperanzas que renacen, encuentros esperados.
Mi mente viaja - voy atrás en el tiempo - mientras quedo en silencio, tranquilo, relajado, sentado cómodamente en una pieza a media luz, mientras suena una música suave, inundando el ambiente de armonía que se funde con el azul profundo de las paredes enmarcadas en un blanco de nubes primorosas.
Allí estoy todavía. mi cuerpo descansa, no hay prisa, no existe angustia ni ansiedad, no hay risas ni llanto, todo está en armonía.
Viajo. Voy lentamente saliendo en busca de tiempos lejanos. Me alejo. Pasan raudas imágenes, sonidos guturales, gritos de espanto, atardeceres de maravilla, romances a la luz de las velas, encuentros en soledad con el que creía ser, sufrimientos intolerables en su momento, juegos inagotables, caminatas incansables.
Un golpe, vidrios que se destrozan, fierros se retuercen apretando huesos y carne. Vida que se altera ente esa fuerte realidad.
Sigo el viaje, no me detengo. Avanzo y retrocedo en el tiempo.
Cruzan ante los rayos del sol unos cabellos embrujadores, se multiplican en ellos los colores, las flores se inclinan a su paso, imán poderoso que irradia y atrae las miradas.
Un rayo de sol cruza unos pálidos álamos de hojas amarillentas que caen suavemente en la verde alfombra que cubre el entorno. Desde un tercer piso, vibro en esa armonía, la música la siento dentro mío; escribo ese momento para guardarlo en el tiempo, es demasiado hermoso para perderlo, paisaje nunca olvidado, aquí estoy otra vez en ti, poeta joven derramando en los cuadernos sus sentimientos, mientras ve con el rabillo del ojo la profesora que habla y habla.
Se va el sol, llega la noche, hay humedad en el aire, hace frío, sopla fuerte el viento, las olas golpean una y otra vez incansablemente las arenas, se escucha su música eterna. Solo siento la oscuridad, en mi interior solo hay silencio, no escucho nada, estoy tan solo, tan desesperado, no hay nadie mas en la playa, grito, nadie escucha. Necesito ayuda, por favor, nadie escucha.
¡Estoy solo Dios Mío! ¡Ayúdame, por favor! No se qué hacer. Nada tiene sentido, todo es oscuridad, angustia terrible asola mi alma ¡Cómo escapo! ¡cómo vivo! preferiría morir ...
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